House F
La transformación de este apartamento histórico en el barrio del Eixample cambia por completo el espacio, eliminando un largo pasillo existente para dar lugar a un concepto abierto que equilibra los detalles originales con elementos contemporáneos.
El proyecto permitió recuperar y reinterpretar la esencia modernista del piso, integrándola con un nuevo lenguaje moderno. El muro de ladrillo de 26 metros fue descubierto y conservado, contrastando con la pureza de las paredes blancas, y suavizado con un acabado blanqueado. A la vez, se recuperaron las vigas y la bóveda catalana del techo, generando un diálogo entre lo antiguo y lo nuevo.
Para ampliar visualmente el espacio, se abrieron nuevos vanos estructurados con vigas metálicas, siempre en sintonía con los detalles históricos. Entre los elementos más singulares destacan los mosaicos modernistas originales, que se reubicaron en los baños para aportar un valor patrimonial dentro de un ambiente limpio y contemporáneo.
La cocina se trasladó al corazón de la vivienda, funcionando como eje central que articula las áreas privadas y las de invitados. El resultado es un apartamento modernista revitalizado, donde los gestos actuales conviven con delicadas huellas de su pasado histórico.
